«Síndrome De Intestino Irritable (Colon Irritable) – Como Superarlo»

Síndrome de intestino irritable

Definición:

El Síndrome de intestino irritable o Colon irritable es un trastorno del intestino grueso que se manifiesta con dolor abdominal a repetición. Y que se acompaña de diarrea o estreñimiento de manera intermitente. Es de naturaleza benigna y no progresa a cáncer.

Epidemiología:

El SII (Colon Irritable) es más frecuente en mujeres. Su prevalencia es del 10 al 15 % y es habitual en jóvenes.

Causas:

Aún no está clara la causa, pero los factores emocionales juegan un papel fundamental. La ingestión de comidas irritantes o grasosas y las infecciones intestinales pueden desencadenar los síntomas.

Manifestaciones clínicas:

El dolor abdominal se localiza en la región abdominal derecha o izquierda y/o en abdomen bajo. Pueden existir cambios en el hábito defecatorio y en la consistencia de las heces. Gases intestinales y urgencia al defecar sin poder lograr evacuar. Se pueden presentar diarrea o estreñimiento. La diarrea puede ser matutina o nocturna, pero también, después de ingerir alimentos. En la mayoría de los casos se acompaña de dolor de cabeza. Síntomas acompañantes no gastrointestinales, como la fatiga, dolor de espalda, fibromialgia, nicturia (levantarse a orinar de noche), dispareunia(dolor al tener relaciones sexuales) en mujeres e insomnio (dificultad para conciliar el sueño) también se presentan.

Enfermedades que acompañan el Síndrome de intestino irritable (Colon irritable):

  • Intolerancia a la lactosa.
  • Enfermedad celíaca.
  • Enfermedad intestinal inflamatoria (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn).
  • Esprúe tropical.
  • Endometriosis.
  • Enfermedad inflamatoria pélvica.
  • Diverticulitis.
  • Cáncer de ovario.
  • Carcinoma de colon.

Diagnóstico:

El síndrome de intestino irritable o Colon irritable se basa en la historia clínica del paciente. Los síntomas pueden variar de persona a persona, la mayoría tiene síntomas leves. El patrón de dolor y síntomas acompañantes como distensión abdominal, borborigmo (aumento en la frecuencia e intensidad de los ruidos intestinales), flatulencia (gases), cambios en la defecación (moco en las heces), urgencia defecatoria, evacuación incompleta y diarrea de más de 2 semanas, pueden orientarnos en el diagnóstico.

Condiciones psicológicas:

La ansiedad, depresión, somatización (conjunto de síntomas que no pueden ser explicados médicamente), hipocondría (preocupación excesiva de padecer alguna enfermedad). Temores relacionados con los síntomas y catastrofismo (tendencia a predecir catástrofes) son también acompañantes en algunos casos.

Examen físico: necesario para descartar otras patologías.

Exámenes de gabinete: enema de bario y colonoscopía son los indicados para descartar otras patologías del colon.

Diagnóstico diferencial del Síndrome de intestino irritable:

Malabsorción de los ácidos biliares.

Enfermedad celíaca.

Intolerancia a la lactosa.

Enfermedad intestinal inflamatoria (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa).

Carcinoma colorrectal.

Diarrea aguda o crónica, por protozoarios o bacterias.

Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado.

Esprúe tropical.

Diverticulitis.

Endometriosis.

Enfermedad inflamatoria pélvica.

Cáncer de ovario.

Colitis asociada a antiinflamatorios.

El Síndrome de intestino irritable (SII) es frecuente en otros trastornos crónicos dolorosos:

Fibromialgia en 20-50% de los pacientes con síndrome de intestino irritable.

Dispepsia no ulcerosa.

Dolor pélvico crónico en 50%.

Presente en 51% de los pacientes con síndrome de fatiga crónica.

Trastorno de la articulación témporo mandibular 64%.

Tratamiento:

Dieta: fibras y probióticos.

Antiespasmódicos para el dolor: bromuro de otilonio, hioscina, pinaverium, diciclomina y mebeverina, propinoxato de lisina, aceite de menta.

Laxantes para el estreñimiento:  lubiprostona, linaclotida, lactulosa, bisacolido y psyllium.

Antidiarreicos para la diarrea: rifaximina, eluxadolina, loperamida y difenoxilato.

Antidepresivos para el dolor abdominal, diarrea e hinchazón: amitriptilina, paroxetina y citalopram.

Para la hinchazón y distensión: probióticos como el bifidobacterium infantis 35624 y la rifaximina.

Pronóstico:

En la mayoría de los pacientes con Síndrome de intestino irritable (SII), es probable que los síntomas persistan, pero que no empeoren. Los síntomas se deterioran en una menor proporción y algunos pacientes se recuperan completamente.

Factores que pueden afectar negativamente el pronóstico:

  • Comportamiento evitativo
  • Ansiedad
  • Larga historia de síntomas
  • Estrés crónico
  • Comorbilidad psiquiátrica (presencia de dos o más enfermedades al mismo tiempo).

Seguimiento para evitar el síndrome de intestino irritable:

Debe cuidarse que no aparezcan trastornos de la alimentación.

Buenos hábitos de vida para evitar el síndrome de intestino irritable:

Estilo de vida ordenado y equilibrado.

Se debe evitar el consumo de tabaco y alcohol.

No existen alimentos prohibidos. Cada persona debe identificar que alimentos le molestan y reducirlos o eliminarlos. En conclusión, alimentos como las especias, la cafeína, los picantes, las grasas, formadores de gas o comidas muy condimentadas deben evitarse. Es recomendable beber agua e ingerir frutas y verduras, sin excederse. No es recomendable eliminar alimentos como la lactosa ó el gluten, a menos que sea intolerante. La alimentación debería ser individualizada en lo posible.

Es importante tomarse tiempo para defecar. Acudir siempre que se tenga deseo, no aguantarse. Acudir al baño de forma tranquila, tomarse tiempo, aunque no en exceso y, a ser posible, en un ambiente relajado y que sea en un horario fijo todos los días.

Es aconsejable realizar 30 a 40 minutos de actividad física dependiendo de la condición de cada persona.

Es benéfico evitar las situaciones estresantes.

Recomendaciones dietéticas para evita el síndrome de intestino irritable:

  • Realizar comidas pequeñas y frecuentes.
  • Comer a un ritmo relajado y en horarios regulares.
  • Evite el estreñimiento, pero incrementar el contenido de fibra y proporcionalmente el de líquidos no gaseosos en la dieta de modo progresivo.
  • Hacer ejercicio físico regularmente.
  • Realizar actividades relajantes y sociales.
  • Identificar la sensibilidad a distintos alimentos y excluir solamente aquellos que no tolere.
  • Marcar horarios para comer e ir a evacuar.
  • Aumentar el consumo de fibra soluble (en forma de gomas, pectinas y mucílagos). Se puede hacer con la ayuda de los alimentos como el dulce de membrillo o la manzana, aunque también se recomienda tomar diariamente suplementos alimentarios de este tipo de fibras.
  • Evitar los alimentos ricos en grasas, las frutas cítricas y las espinacas.
  • Eliminar el consumo de sorbitol (un edulcorante), los alimentos o especies picantes, el gas (en las bebidas), el café y el té.
  • Eliminar la lactosa si no se tolera.
  • Beber al menos dos litros de agua al día. Es muy importante garantizar la hidratación adecuada cuando hay diarrea.
  • Dieta baja en fructo-oligo-di- y monosacáridos y azúcares polialcoholes (FODMAP) fermentables.

Alimentos para evitar el síndrome de intestino irritable:

En el caso de intolerancia: Productos lácteos que contengan lactosa, requesón o ricota.

Embutidos, patés, cerdo graso, cordero, carne grasa y ahumada, vísceras, bacon, salchichas, cereales integrales y su derivados, legumbres enteras, verduras muy fibrosas y flatulentas (coles, alcachofas, pimientos, espárragos, pepino, rábanos, berenjena, cebolla, puerro, rábanos, apio, etc.

Frutas flatulentas como el melón e higo, frutas cítricas (naranja), zumos de fruta.

Mayonesa, margarina, mantequilla, frutos secos, repostería y bollería, galletas integrales, bebidas alcohólicas como la cerveza, bebidas gaseosas, así como las bebidas estimulantes.

Evitar especias irritantes y picantes.

Reducir alimentos ricos en FODPA: manzana, pera, melocotón, mango, sandía, fruta enlatada en su jugo, fruta desecada, zumos de fruta, miel, sirope de maíz rico en fructosa, leche de vaca, leche de oveja, leche de cabra, helado, quesos blandos (ej: ricota y requesón), espárragos, alcachofas, brócoli remolacha, coles de bruselas, ajo, repollo, puerro, hinojo, cebolla, guisantes, sorbitol, manitol, malitol, xilitol, cerezas, nectarina, ciruela, ciruela pasa, sandía.

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